Existen dos remedios, a la vez preventivos y curativos del estrés: La relajación y la respiración controlada.
Siendo la Relajación el antidoto más directo para controlar el nerviosismo y la tensión.
Sin la relajación no hay paz, ni felicidad, ni siquiera salud.
Un ser en tensión, aunque disponga de todo para ser feliz, se prohibe el acceso a disfrutarlo, a vivir y experimentar.
En la relajación encontrará la fuente de poder y del pensamiento creador.
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